(por Javier González Sánchez) Una estela blanca en el cielo. Hasta el momento este fenómeno era motivo de admiración y a muchas personas les encantaba contemplar el rastro que nos indicaba que había pasado un avión por encima de nuestras cabezas. Ahora han dado paso al temor y a la suspicacia. ¿Y si estas marcas que dejan los aviones son peligrosas? ¿Pueden las estelas de los aviones ocultar algo más de lo que parecen? Estas son las preguntas que están recorriendo las redes sociales y que han generado todo tipo de teorías.

Reciben el nombre de chemtrail, en castellano “rastro químico”, es el nombre que ha surgido en las redes sociales, blogs y páginas webs para designar a las estelas de los aviones. Se diferencian de los contrails o “rastros de vapor” en que se supone que estas estelas tienen componentes tóxicos y peligrosos para la salud y el medioambiente. Las bases de estas teorías parten de detalles como que las estelas que se suponen contaminantes duran un menor lapso de tiempo que las normales formadas por vapor de agua y dióxido de carbono. Otros afirman que en ocasiones el rastro que podemos ver es demasiado denso y llega a ocupar todo el espacio que alcanza nuestra vista.

Lo que parecía un simple rumor de Internet ha llegado a calar mucho en algunas personas y ha destacado entre los millones de teorías conspiratorias que aparecen en las redes. Se ha llegado a escribir sobre lluvia de polímeros, estrategias de modificación del clima, control de la densidad de población…etc. Algunas personas llegan al extremo de ducharse al ver una de estas estelas, es lo que ellos llaman “duchas preventivas”. Los teóricos culpan a los chemtrails de la expansión de enfermedades como el ébola, el sida, la gripe aviar…etc.

Organizaciones a favor del medio ambiente, como Ecologistas en Acción, se han declarado en desacuerdo con la idea de la conspiración “Los ecologistas, que mostramos una visión escéptica respecto de estas cuestiones, somos considerados como parte del “sistema” conspiratorio escribe Rafael Yus Ramos.

En el municipio de Castronuño, Valladolid, ha surgido una iniciativa dispuesta a destapar y acabar con el misterio de los chemtrails. De momento la conspiración carece de una base científica, sin embargo, algunos de los partidos políticos más importantes han mostrado su apoyo y han participado en la recogida de firmas que pretende hacerse un hueco en la lista de temas a tratar por el parlamento europeo. El documento establece que el objetivo es la manipulación del clima a través del control de la estratosfera. El texto culpa de todo este plan, orquestado durante décadas, al gobierno de Estados Unidos que estaría colaborando con la ONU y la OTAN.

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Fuente: Cortesía de Ccs.org.es. - Autor: Javier González Sánchez
Fotografía de Not what Insipi does, bajo licencias Creative Commons (CC BY-NC-ND 2.0)